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Andalucía avanza en el desarrollo de una terapia celular para tratar lesiones crónicas medulares

Andalucía avanza en el desarrollo de una terapia celular para tratar lesiones crónicas medulares

El Laboratorio Andaluz de Reprogramación Celular (Larcel) ha conseguido obtener células pluripotenciales (iPS) a través de métodos más seguros de reprogramación y en condiciones de máxima calidad que podrían ser útiles para diferentes aplicaciones de la medicina regenerativa. El objetivo es desarrollar una terapia celular para tratar lesiones medulares a partir de células pluripotenciales.

Así lo ha anunciado hoy la consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, quien ha matizado que este avance sería posible "siempre que los resultados en modelos animales confirmen su seguridad ya que están en una fase muy inicial". Si bien, Sánchez Rubio ha señalado que hay que ser "prudentes" en este tipo de investigaciones en tanto "tienen una larga trayectoria".


Este avance ha tenido lugar en el marco del trabajo científico que están realizando investigadores del Laboratorio Andaluz de Reprogramación Celular dirigido por José Cibelli (director asociado de la Iniciativa Andaluza en Terapias Avanzadas y director del Laboratorio de Reprogramación Celular de la Universidad del Estado de Michigan).


A partir de estas células iPS, se han obtenido células progenitoras neurales que están siendo estudiadas en modelos animales en colaboración con el grupo de la Universidad de Washington dirigido por Phil Horner e investigadores del Hospital Virgen del Rocío y del Instituto de Investigación Biomédica de Sevilla (IBIS), dirigidos por Javier Márquez. El objetivo es desarrollar una terapia celular para tratar lesiones medulares a partir de células pluripotenciales.


Esta terapia se basa en progenitores neurales obtenidos a partir de célular iPS; o lo que es lo mismo, modificar células que cuentan con la posibilidad de convertirse en células de diferentes tejidos para que sean neurales al objeto de sustituir con ellas las que están dañadas en el paciente.


Las células pluripotenciales que se utilizan en este estudio son células reprogramadas; es decir, en las que se han modificado sus características de célula adulta retrocediendo en su proceso evolutivo hasta alcanzar un estadio, llamado de pluripotencia, en el cual serán capaces de dar origen a cualquier tipo de tejido u órgano. De esta manera, adquieren un nuevo potencial de diferenciación y duplicación que parecía definitivamente perdido. Esta técnica podría permitir, en un futuro, que por ejemplo, una célula de la piel o de un cabello se convierta en una neurona o en cualquiera de los 220 tipos celulares que componen el organismo.


Sánchez Rubio ha destacado que "este trabajo científico es muestra del trabajo conjunto y coordinado de diferentes grupos de investigación, así como de la proyección internacional que tiene la investigación andaluza".
La máxima responsable de la sanidad andaluza ha puesto en valor la "apuesta de Andalucía en materia de reprogramación celular" y que tiene su reflejo en la actividad desarrollada en centros como el Laboratorio de Reprogramación Celular, conocido por el acrónimo Larcel, dedicado en exclusiva al estudio de este tipo de técnicas y a su posible aplicación terapéutica en distintas áreas.


Andalucía, vanguardia en biomedicina

En los últimos diez años, el Comité de Bioética de Andalucía ha autorizado 57 proyectos de investigación en los que se utiliza muestras biológicas de origen embrionario o técnicas de reprogramación celular, 27 de los cuales ya han finalizado, desarrollados en centros sanitarios y de investigación de la comunidad autónoma.


Estos proyectos abordan patologías como enfermedades raras, diabetes, cáncer, enfermedades hematológicas, enfermedades neurodegenerativas o lesiones medulares, entre otros. Estas investigaciones buscan conocer el mecanismo por el cual las células se diferencian pasando de un tipo celular a otro, utilizando las técnicas de reprogramación, así como conocer mejor el mecanismo de las enfermedades, intentando reproducir los modelos de enfermedad a nivel celular.


Andalucía es, junto a Cataluña, la comunidad autónoma con mayor número de proyectos autorizados de este tipo. Precisamente, la semana pasada, se evaluaron favorablemente un nuevo proyecto andaluz y la ampliación de otro ya iniciado. El primero de ellos, liderado por investigadores del Hospital Virgen del Rocío, persigue perfeccionar las técnicas para realizar el Diagnóstico Genético Preimplantatorio, es decir, el análisis genético que se realiza a preembriones obtenidos por técnicas de fecundación in vitro para seleccionar aquellos libres de enfermedad genética. El segundo estudia cómo reaccionan las células a nivel molecular en leucemias y se desarrollará en el Centro Pfizer-Universidad de Granada-Junta de Andalucía de Genómica e Investigación Oncológica (Genyo), en Granada.


Esta producción científica se engloba en la red de investigación sanitaria que el Gobierno andaluz viene impulsando en las últimas décadas y que ha permitido desarrollar una amplia actividad que se traduce en ensayos clínicos autorizados y una inversión que este año sobrepasa los 66 millones de euros.


Además de los 57 proyectos de investigación con muestras de origen preembrionario, la comunidad andaluza tiene autorizados 333 ensayos clínicos. Estos trabajos de investigación tienen por objetivo realizar una evaluación de un producto, medicamento o técnica para valorar su eficacia y seguridad en su aplicación en personas. Se trata, por tanto, del último escalón antes de llevar a la práctica el diseño de un nuevo producto, de ahí la importancia del incremento en el número de este tipo de trabajos.


La investigación sanitaria se canaliza a través de los centros asistenciales públicos, los institutos de investigación biomédica y la Iniciativa Andaluza de Terapias Avanzadas, impulsa la investigación en tres áreas: Terapia Celular y Medicina Regenerativa; Genética Clínica y Medicina Genómica y Nanomedicina. Estas tres líneas de trabajo se desarrollan fundamentalmente en el Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (CABIMER), en Sevilla; el Centro Pfizer-Universidad de Granada-Junta de Andalucía de Genómica e Investigación Oncológica (GENYO), en Granada, y el Centro Andaluz de Nanomedicina y Biotecnología (BIONAND) de Málaga, respectivamente.


La red de centros de investigación biomédica se completa, entre otros, con el Biobanco del Sistema Sanitario Público de Andalucía, que integra el Banco Andaluz de Células Madre; el Centro Andaluz de Secuenciación Genómica Humana de Sevilla, que alberga el proyecto Genoma Médico, y el Laboratorio Andaluz de Reprogramación Celular (LARCEL), en colaboración con la Universidad de Michigan (Estados Unidos).