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Los plásticos de botellas y latas pueden afectar a la salud de los bebés incluso antes de que nazcan

Los plásticos de botellas y latas pueden afectar a la salud de los bebés incluso antes de que nazcan

Un equipo científico del ibs.GRANADA y la UGR estudia la relación entre la exposición a bisfenol A, un compuesto del plástico presente en productos de uso diario, y el desarrollo de los más pequeños

El trabajo también ha detectado el impacto de estos químicos en la proliferación de la obesidad infantil

La investigación se ha realizado con ratones de laboratorio

 

La exposición a bisfenol A (BPA), un químico artificial muy común en plásticos, puede alterar el desarrollo de los bebés antes incluso de su nacimiento. Así lo demuestra una investigación del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada y la Universidad de Granada. El estudio se ha realizado en ratones.

El bisfenol A se encuentra en muchos productos de uso diario, como botellas, envases de comida y latas. El problema es que dicho compuesto puede interferir en el metabolismo y afectar al organismo de formas que aún se están estudiando. Este nuevo trabajo examina qué pasa cuando ratonas embarazadas y sus crías están expuestas a BPA.

En resumen, el estudio sugiere que el bisfenol A, junto con una mala alimentación, es capaz de aumentar el riesgo de obesidad y de problemas de comportamiento desde etapas muy tempranas. “Aunque faltan estudios en humanos, los resultados refuerzan la importancia de evitar el contacto e ingesta de ciertos químicos durante el embarazo y la infancia”, explica Alicia Ruiz Rodríguez, investigadora del Departamento de Microbiología de la UGR y una de las autoras del trabajo.

Son científicos del Departamento de Microbiología de la Facultad de Farmacia y del Centro de Investigación Biomédica de la UGR, además de investigadores del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos ‘José Mataix’ y del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada, quienes firman la investigación.

Los ratones de laboratorio que han estado expuestos a este químico durante el embarazo y la lactancia han ganado más peso y grasa, pero también muestran alteraciones en su microbiota intestinal, es decir, en las bacterias que viven en su intestino y que son claves para la salud. Cuando la exposición se ha combinado con una dieta rica en grasas, los efectos adversos se intensifican.

Además, las crías también han mostrado cambios en su comportamiento, principalmente relacionados con la hiperactividad. Todo esto, según los investigadores, se relaciona con cómo el bisfenol A altera la transferencia de bacterias intestinales de la madre al bebé y cómo estas bacterias se establecen en los primeros días de vida.

 

Bisfenol A y obesidad

Por otro lado, los científicos de la UGR han comprobado que el BPA tiene un efecto directo sobre la microbiota intestinal de niños, en concreto, disminuye ciertas bacterias beneficiosas (del grupo Bacteroidota) y, en cambio, favorece otras como las del grupo Actinomycetota. Algunos géneros bacterianos como Bacteroides son especialmente sensibles al BPA, mientras que otras, como las del grupo Clostridia, parecen tolerarlo mejor.

“Lo curioso es que algunos de estos cambios en la microbiota se repiten tanto en muestras de niños expuestas a bisfenol A como en las muestras de niños obesos que no estuvieron expuestas, lo que puede indicar una relación entre el BPA y el desarrollo de la obesidad”, detalla Alicia Ruiz.

Este trabajo abre la puerta a seguir investigando si ciertos cambios en las bacterias intestinales sirven como señales de alerta para saber si un niño ha estado expuesto a bisfenol A y cómo afecta esto a su salud metabólica.